Hoy en día, alrededor de 14 millones de personas viven con diabetes en México.1 Lo que ubica al país como el segundo lugar en Latinoamérica y el sexto a nivel mundial con mayor prevalencia de esta enfermedad.2 Ahora bien, aunque la diabetes está comúnmente asociada con el daño renal y complicaciones del corazón, otra de sus grandes repercusiones radica en generar pérdida auditiva.
Por ello, en este blog te contaremos todo lo que necesitas saber sobre el daño que este padecimiento causa en el oído, así como las señales de alerta temprana.
La diabetes es una enfermedad habitualmente conocida como “el mal silencioso”, ya que, en un inicio, no suele provocar síntomas. Sin embargo, con el paso del tiempo, la presencia de los altos niveles de azúcar en la sangre ocasiona graves daños en diversas partes del cuerpo.
Algunos de ellos son la afectación a la irrigación sanguínea y el engrosamiento de venas y arterias, los cuales pueden perjudicar extremidades (pies, piernas, manos, brazos), órganos internos (corazón, riñones, estómago, etc.) y, en general, causar daños a todos los nervios del cuerpo, incluyendo aquellos encargados de las funciones del oído. Por consiguiente, es una de las causas más comunes de la pérdida auditiva.
Nervios como el cócleo-vestibular, que es fundamental para la audición, se ven afectados cuando llega menos sangre a ellos, ya que esto también los priva de la cantidad necesaria de oxígeno para funcionar. Por lo tanto, es importante estar alerta ante las señales que indican un posible daño, pues antes de llegar a la pérdida auditiva, los primeros síntomas pueden presentarse como desequilibrios y zumbidos en el oído.
Por otro lado, no hay que olvidar que variables como la edad, el sexo, los daños metabólicos y vasculares preexistentes, la herencia genética, el tabaquismo y la exposición al ruido, por mencionar algunos, también pueden influir en el desarrollo de trastornos auditivos en personas con diabetes. Así que cada caso evolucionará de forma diferente.
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Sin duda, la principal sugerencia consiste en mantener la enfermedad controlada, haciendo ejercicio, llevando una dieta saludable y acudiendo periódicamente a las revisiones médicas para realizar pruebas de glucosa en sangre.
Además de esto, para cuidar del oído, es importante evitar remedios caseros y, en su lugar, recurrir a un especialista en caso de notar alguna molestia o cambio en el estado de la audición. Recuerda que un estudio audiométrico puede detectar a tiempo una posible pérdida auditiva, así como guiarte hacia el tratamiento que necesitas.
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