En la actualidad, elegir aparatos auditivos que vayan de acuerdo con sus gustos y necesidades específicas es posible gracias a que existe una amplia gama de opciones en el mercado. Cada vez son más los usuarios que constatan los beneficios de seleccionar un equipo que se adapte a su estilo de vida.
Para sacar el máximo provecho de estas ventajas, hay varios factores que se pueden tomar en cuenta.
La queja más recurrente de los usuarios de un aparato auditivo es la de escuchar mucho ruido. Al elegir los modelos de aparatos, el especialista deberá investigar a fondo las necesidades de cada usuario, los ambientes acústicos que le rodean y su relación ruido-voces, así como probar los aparatos en diferentes ambientes.
Hoy en día, hay varias opciones en cuanto al tamaño de los auxiliares auditivos, por ejemplo, los más pequeños son intracanales (ITC en el canal auditivo y CIC completamente dentro del canal auditivo), tienen sus componentes dentro del oído. Pero la cuestión estética actual va mucho más allá.
Aunque se pueden escoger colores que se asimilen al color de cabello o piel del paciente, hay quienes eligen tonos que combinen con accesorios como sus lentes. Mientras que para los niños existe la opción de personalizar los moldes de sus aparatos con figuras de caricaturas.
Algunos audífonos de sordera se pueden sincronizar con la computadora, el celular y la televisión. Esto resulta óptimo para personas activas laboralmente porque el dispositivo funciona como un “manos libres”, que les permite tomar llamadas y conferencias directamente desde el aparato auditivo.
Entre sus ventajas, les permite controlar desde el celular el volumen del entorno y el de las llamadas, por lo que pueden subirlo, bajarlo o silenciarlo. Mientras que al enlazarse a la televisión, tienen la oportunidad de escucharla de una manera más discreta.
Por otro lado, la conectividad de algunos dispositivos sirve también para programar vía remota los aparatos auditivos. Esta característica es muy útil cuando hay pacientes de difícil movilidad, como los que están en silla de ruedas o se encuentran postrados en una cama. La tecnología les permite que las revisiones y ajustes de sus aparatos sean realizadas desde lejos por su especialista.
Este aspecto depende de la capacidad de manejo que tenga el paciente. Hay quienes prefieren los dispositivos más pequeños porque los consideran discretos. Pero para pacientes con alguna discapacidad mental o con problemas de artrosis, puede resultar más fácil manipular equipos grandes o con pilas recargables.
También resulta fundamental considerar un equipo resistente a la humedad para usuarios que viven en zonas muy calurosas o que sudan mucho. Además de esto, es necesario evaluar que cuenten con una alta resistencia al polvo, especialmente en aparatos que serán utilizados por niños.
Todos los aparatos auditivos pueden ecualizar el sonido, pero entre más tecnología tiene un equipo, más es su capacidad para distinguir entre el ruido y el habla. Logrando así filtrar los sonidos de fondo para escuchar con mayor claridad las voces.
No obstante, los pacientes que son músicos pueden verse beneficiados de un ancho de banda más amplio e inclinarse por equipos que amplifiquen los sonidos muy graves y muy agudos.
Si bien es cierto que todas estas opciones de reducción de ruido, estéticas, de conectividad, manejo, resistencia y calidad en un audifono de sordera está determinada por las condiciones auditivas particulares de cada paciente, es importante recordar que el avance de la tecnología ha hecho posible contar con equipos de vanguardia que se ajustan a la medida de estos requerimientos.
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